Así fueron las XI Jornadas de Arte, Fe y Cultura de Almansa. Durante las tardes del 30 y 31 de agosto de 2023, el patio de la Iglesia de la Asunción de Almansa se abarrotó de visitantes curiosos y amantes de la cultura. La ocasión era magnífica: historiadores, profesores, fotógrafos, autoridades eclesiásticas y feligreses involucrados en la investigación presentaron a la ciudad una joya de su patrimonio, el libro impreso más antiguo de la historia de Almansa, el valioso misal de 1576 editado por el único Cristóforo Plantino.
Cada una de las exposiciones tuvo un motivo y este misal quedó explicado desde su primera página hasta la última, se pudo comprender su tremendo valor artístico y también se consiguió visualizar la fuerza inspiratoria que tuvo para los cristianos de Almansa durante más de 300 años. Todo ello aderezado con el entorno maravilloso de la Iglesia de la Asunción, una genial convivencia e incluso música.
«De Amberes a Almansa»
La primera de las ponencias corrió a cargo de las archiveras del Archivo Histórico Diocesano de Albacete, María Mercedes Rayuela Ortega y María Jesús Cerbero Cebrián. Ellas ofrecieron todos los datos técnicos del misal, desde su datación hasta su estilo tipográfico pasando por una enumeración de cada una de sus letras capitales o los diferentes errores que aparecen en sus páginas. Las archiveras contextualizaron y explicaron la importancia de la figura de Cristobal Palantino, que fue el editor más relevante, reconocido y con mayor expansión de su época de mediados-finales del 1500.
Después de la exposición de su minucioso análisis, ambas concretaron que este misal goza de un «enorme valor y belleza». El propio párroco Don Pedro afirmó que a tanto María Mercedes como a María Jesús les costó separarse de este misal por el cariño que le habían cogido después de su estudio. Recordemos que este misal es el más antiguo de Almansa y el segundo de toda la Diócesis de Albacete.
«Cuando la notación se eleva a adoración»
El segundo turno del primer día de estas memorables XI Jornadas de Arte, Fe y Cultura fue para los hermanos Bravo, Juan Rafael y Jose Antonio Hernández, queridos músicos de la ciudad y profesores en diferentes ámbitos académicos (cole y universidad). Ellos aceptaron el encargo de analizar los diferentes coros que aparecen el misal, los cuales son de canto gregoriano y están notados a través de pentagramas y neumas de complicada comprensión en nuestra época, pero que los profesores de música convirtieron en algo ameno y totalmente entendible. Aceptaron ante el público que esta investigación ha resultado un reto, pero que les ha devuelto una enorme satisfacción.
Sobre el canto gregoriano
Explicaron los orígenes de este estilo vocal y lo definieron como «una música compleja» que utilizaba la liturgia para elevar oraciones a través del canto. Hablamos de un estilo «a capella» que significa precisamente «desde la capilla», lugar donde en los inicios solo estaba permitida la voz humana para adorar a Dios, sin ningún instrumento, los cuales se dejaban para el ámbito profano. Es una música de ritmo libre y sin compás, lo cual hace más complicada aún su lectura y ejecución.
En las páginas del misal podemos ver como no existían los pentagramas, se notaba sobre tetragramas, con neumas y a través de sistemas diastemáticos (intervalos entre las notas). La línea melódica en muchos casos es monofónica, el texto era en latín y sus composiciones son anónimas.
Otro aspecto curioso que nos descubrieron Juan Rafael y Jose Antonio fue el origen «mestizo» del canto gregoriano, que fue fruto de la unificación de diferentes músicas europeas: canto galiano, ambrosiano, el canto mozárabe, celta… Todo ello bajo el papado de Gregorio Magno, su tocayo Alejandro Magno y la expansión territorial que este último realizó. Su decadencia lelgó con el renacimiento, pero el Gregoriano recabó un éxito enorme y volvería a «ponerse de moda» siglos después.
Origen de la notación
Para los que no lo conocían, como este que escribe, fue una grata sorpresa descubrir el Epitafio de Seikilos, primer lugar donde se descubren notaciones musicales alfabéticas. Y es que antes, los cantos se transmitían de manera oral, no es hasta el siglo IX donde comienza verdaderamente la notación con los neumas, dos siglos después se establecieron las notas musicales.
La música en el Misal de 1576 de Almansa
Lo primero que destaca de los coros expuestos en el misal son sus colores y gran calidad de edición. «Eran necesarias tres impresiones distintas, cada una de un color y superpuestas. Además, era necesaria la participación de auténticos maestros ilustradores. El tetragrama, los neumas y otras anotaciones otorga a este libro una calidad superior», explicaron en la ponencia.
En estos cantos podemos ver arcos ascendentes y descendentes de notas, hay piezas aisladas de gran belleza que generan un notable contraste con aquellos coros más monótonos. Destacaron los profesores de música que existe un «melisma» (una sílaba para más de una notación) que cuenta con 34 notas, siendo el más largo del misal.
Conclusiones musicales
Hablamos de un canto muy longevo, de más de mil años y que resurgió con fuerza desde el Concilio de Trento, del cual surgió el movimiento de la Contrarreforma tan influyente en este misal (todos sus aspectos artísticos, dogmáticos o musicales luchan en favor de la creencia católica frente al movimiento protestante).
El Gregoriano es un canto único por su instinto de supervivencia, ha sobrevivido y se ha mantenido durante los siglos porque, en palabras de los ponentes: «Un día la notación se elevó a adoración».
Práctica de Gregoriano
Una vez finalizadas las charlas del primero de los días de Jornadas, el patio de la Asunción acogió la más que especial visita de Narciso José López García, hermano del párroco local. Con sus conocimientos de música y sus grandes dotes docentes, dirigió al público para interpretar una pieza de canto gregoriano que aparece en el misal. Los presentes disfrutaron y rieron mientras aprendían cómo sonaban los rezos que se elevaban desde esta misma parroquia hace cientos de años.
Y con la alegría de la música, los reconocimientos a los participantes y una noche espléndida de Feria, finalizó el primer día de las XI Jornadas de Arte, Fe y Cultura de Almansa.
«Una joya en la Iglesia de la Asunción de Almansa»
El historiador Alfonso Arráez explicó todos y cada uno de los más importantes grabados que podemos ver en el misal y contextualizó su edición dentro del movimiento de la contrarreforma, arrojando varias conclusiones que aumentan el valor de este centenario libro.
Todo comenzó con la reforma de Lutero, que provocó un cisma dentro de la Iglesia Católica. Tras el concilio de Trento, la institución del papa de Roma se embarcó en el movimiento de la contrarreforma para poder atraer de nuevo a los creyentes que había perdido. En esta labor, la comunicación sería clave, por ello se renovaron los misales y se refrescaron los estilos artísticos para hacerlos más accesibles y atractivos para el feligres dudoso.
Los principios de la Contrarreforma fueron: Mejorar la formación y disciplina de los obispos, reafirmar el dogma católico, potenciar las imágenes de Jesús, María y los Santos. Todo ello influyó directamente en la imprenta.
El Misal de Palantino en Almansa
El misal de la Iglesia de la Asunción es uno promulgado por el Papa Pío V y editado por Palantino. Alfonso Arráez explicó y narró los orígenes del editor de Amberes y también dio datos que ayudaban a comprender la envergadura empresarial del imperio que construyó con su imprenta: entre 1571 y 1576, con los contratos concedidos por la contrarreforma, Palantino realizó y distribuyó más de 47.445 obras en España y sur de Europa.
Las características más destacadas de este misal son las siguientes según Arráez: tiene función pedagógica, da respuesta a la severidad protestante, las imágenes de Jesús, la Virgen o los Santos son destacables por su manierismo.
Los grabados del Misal de Almansa
El historiador Alfonso Arráez dio créditos y la importancia que merecen a los artistas grabadores, cuyos nombres (descubiertos a raíz de la investigación) son: Peter Van Der Bortch, dibujante e ilustrador; y Antoon Van Lest, grabador. Los dos eran virtuosos en sus oficios e ilustraron el misal con 8 grabados a página completa (la mayoría de Jesús, Virgen y Santos), 21 grabados medianos o viñetas y más de 300 grabados en letras capitales. Todos ellos de un enorme valor artístico.
¿Cómo son los grabados?
De carácter narrativo, con escenas bíblicas interpretadas facilmente para el creyente: esto es, con entornos reconocibles. También podremos ver drásticos puntos de fuga o diagonales renacentistas, miradas que confluyen o que dirigen la atención del espectador, todo ello combinado con la simbología bíblica y separando siempre el plano celestial del terrenal. «Tanto en la fisionomía de los cuerpos, los entornos, los puntos de fuga, las diagonales… Todo es puro manierismo, puro Miguel Ángel. Y todo se hacía así para transmitir mejor el mensaje al creyente, era el único objetivo», explicó Arráez.
Curiosidades de los grabados
Arráez regaló varios datos curiosos sobre estos grabados a los asistentes. El primero, sobre el grabado de la anunciación. Por lo normal esta escena bíblica se representa con el Ángel a la izquierda y María a la derecha, pero en este caso sucede al revés, seguramente por prisas, por los estrechos tiempos de la edición. Un pequeño error o curiosidad que aumenta, más si cabe, el valor de este misal hallado en Almansa.
También destacó el grabado sobre la resurrección, cuyos detalles en los soldados romanos están claramente inspirados en el fresco de Hendrick van den Broeck en la Capilla Sixtina.
Conclusiones
Son trabajos de enorme calidad. Todos tienen una función pedagógica. Contribuyeron a la expansión del catolicismo y de la corriente artística del manierismo.
«Orar con el misal de 1576»
Faltaba la más profunda de las charlas, la que concede valor a todo lo estudiado. Y es que lo más bonito del misal es que conseguía acercar la palabra de Dios a las personas o incluso elevarlas hacia ella. Don Pedro, párroco de la Iglesia de la Asunción, acercó la liturgia de hace cientos de años a los asistentes reunidos y explicó las valiosas conclusiones de su investigación sobre la eucaristía celebrada tras la Batalla de Almansa.
Y es que con este misal se ha celebrado la misa durante 360 años en Almansa, con sus textos especiales, sus ceremonias habituales y sus normas de lectura: la letra en negro, para leer; en rojo, para hacer.
Don Pedro explicó cuáles son las diferencias con un misal actual, empezando por los santos que aparecen o no, hasta llegar a las diferentes ceremonias que se podían ministrar mediante el misal: bodas, funerales, bautizos, festividades de santos, pascua…
La misa de la Batalla de Almansa
Don Pedro, en colaboración con Herminio Gómez del Centro de Interpretación de la Batalla de Almansa, localizó la fecha exacta y la más que plausible misa que se celebró ese 26 de abril. Lo primero de todo: en esas fechas se celebraba la Pascua, concretamente el martes de Pascua. Por lo que la misa establecida para ese día era inamovible, no se puede celebrar otra misa que no sea la de pascua, algo que sucede ahora y que también sería de obligado cumplimento antes.
Este hecho, se suma a la participación de un invitado muy especial a la misa: el Duque de Berwick, un muy devoto y fiel cristiano, que acudiría a la Asunción junto al resto de capitanes, soldados y músicos militares. De todo esto hay textos que lo corroboran.
Haciendo uso de todos los datos históricos, Don Pedro leyó el misal y tras la traducción al latín se pudo comprobar qué se dijo aquel día en la Iglesia de la Asunción:
Este es el día que actuó el Señor, sea nuestra alegría y nuestro gozo.
Que lo confiesen los redimidos por el Señor, los que el rescató de la mano del enemigo, los que reunió de todos los países.
Los cristianos ofrezcan alabanzas a la Víctima pascual. El Cordero rescata a las ovejas: Cristo inocente reconcilia a los pecadores con el Padre.
La muerte y la vida lucharon en un duelo portentoso: muerto el guía de la vida, reina vivo. Dinos, María ¿qué has visto en el camino?
El sepulcro de Cristo que vive: he visto la gloria del que resucita. Por testigos los Ángeles, el sudario y los vestidos.
Resucitó Cristo, mi esperanza: os precederá a Galilea. Sabemos que Cristo ha resucitado verdaderamente de entre los muertos: Tú, Rey victorioso, ten piedad de nosotros.
Amen. Aleluya
«Imaginen con que fuera resonaron estas palabras en los corazones de esos soldados», reflexionó Don Pedro tras leerlo y lo cierto es que se pudo sentir la reflexión del público. Y es que las palabras de esperanza en tiempos de oscuridad es lo que hace imparable al mensaje del evangelio.
Don Pedro aseguró que seguirá documentando todo este tema, para arrojar más conclusiones sobre historias que todos tenemos más o menos aceptadas, pero que el descubrimiento de este misal y su posterior investigación pueden cambiar. La conclusión de Don Pedro se resume en una sentencia: «Lo más bonito del misal es poder abrirlo y orar con él».
Esta última tarde de charlas dentro de las jornadas fue amenizada con la presencia de la coral «Dolce Canto» que otorgaron un ambiente de paz, reflexión y devoción dentro del marco incomparable del templo local.
