Anna Janina Sterkowiec es la actual presidenta de Almansa Feminista y una de sus fundadoras. La asociación comenzó su andadura en 2018, tras la impotencia que varios vecinos y vecinas de la localidad sintieron tras la sentencia de La Manada, el caso que reactivó el feminismo en España. El grito de «no es no» se escuchó todos los días a las puertas del tribunal y corrió como la pólvora por las calles y plazas de toda la geografía española hasta llegar a Almansa. Una muchedumbre se lanzó a la calle y llenó la Plaza de Santa María. El rechazo a la violencia sexual fue el asunto principal que protagonizó las protestas del 8M más multitudinario de la historia de nuestro país. Tres años después, el movimiento se ha visto empañado por la pandemia de la Covid-19, y las asociaciones han sufrido críticas tras convocar actos simbólicos y concentraciones por toda España.
Para este 8-M, ¿qué actos realizasteis? Lo hablamos a posteriori porque, desde la asociación, no convocasteis a los medios de comunicación para informar sobre estos, ni tampoco ofrecisteis mayor información a la ciudadanía de Almansa.
No. Hicimos pequeños actos simbólicos. El día 1 se lanzó el cartel con el lema «ante la precariedad y el silencio, feminismo y movimiento», así como una campaña de concienciación a través de vídeos con frases de mujeres feministas. El día 5 de marzo colocamos carteles por toda la ciudad, en las paredes habilitadas para ello. Por último, el 6 de marzo, sábado, la asociación realizó un acto simbólico en las escaleras del Castillo de Almansa. Este contó con la presencia limitada de las asociaciones que han venido colaborando con nosotras años atrás: Almansa Entiende, CCOO, UGT, Sindicato de estudiantes y Plataforma por las pensiones públicas. Hubo una batucada integrada por 6 mujeres a mucha distancia del público, dispuestas en la escalinata del Castillo y que respetaron la distancia de seguridad. Fueron un símbolo del grito de reivindicación de las mujeres.
En definitiva, todo el acto se realizó de forma aséptica y garantizando todas las medidas de seguridad de acuerdo con la ley vigente. No hicimos un llamamiento a la participación, pero sí colaboramos con el Consejo de Igualdad para la realización de un vídeo en el que pedíamos a la ciudadanía que colocaran objetos morados en los balcones: pañuelos, manteles, flores, etcétera. Este año, eso era lo que podía hacer la gente.
Semanas antes del 8-M, cientos de personas por toda España comenzaron a pedir que se detuvieran las convocatorias. ¿Cómo manejáis las críticas?
El movimiento feminista hemos sido y somos ejemplo de respeto y tolerancia. Yo creo, de verdad, que en eso no hay ninguna duda. Se sabía que las actividades se iban a realizar adaptándose a la situación sanitaria actual. Teníamos permiso para hacerlas. A pesar de todo, nos criticaron muy duramente y nos insultaron por redes sociales de una forma que no demostró empatía. A veces, incluso, yendo a lo personal. Pero las críticas no nos pillan de nuevas a las feministas, todos los años resultamos ser un problema por un motivo u otro. Tenemos espaldas anchas para aguantar lo que nos echen.
Sí, pero este año había una pandemia de por medio…
Otros colectivos y partidos políticos se habían movilizado en las mismas condiciones en las que lo íbamos a hacer nosotras, incluso en un escenario de contagio más arriesgado, y no fueron criminalizados por ello. El movimiento feminista, sí. Utilicemos con todo el mundo la misma vara de medir y seamos coherentes. La pandemia es la excusa, el problema para algunos sectores de la sociedad somos las mujeres feministas y nuestro deseo de igualdad, que no es otra cosa que la lucha por la consecución de un derecho humano.
¿En algún momento valorasteis echaros para atrás, ante el aluvión de ‘noes’ a la celebración del 8-M?
No. La convocatoria era legal, teníamos el permiso, cumplíamos con todas las medidas y la policía iba a acudir, como siempre, a controlar que se cumplieran. Ante el intento de censura y juicio social, hemos tenido que gritar alto y con fuerza que no nos vamos a callar y que el movimiento feminista iba a estar presente este 8-M con total respeto a la situación sanitaria.
En la Comunidad de Madrid, en cambio, sí que se suspendió el derecho de reunión por el Día de la Mujer y, por tanto, se ilegalizó cualquier concentración convocada.
Tenemos conocimiento de que las concentraciones y actos que iban a hacer estaban muy bien preparados, con antelación y a conciencia, pero si el motivo fue la situación sanitaria, es comprensible. Lo que esperamos es que sean consecuentes de cara a Semana Santa, a la hora de permitir desplazamientos y toque de queda, así como en posteriores actos y manifestaciones de otro carácter. Que no se demuestre que fue una decisión política.
¿Cómo y por qué nace este fervor feminista en Almansa?
Almansa Feminista nació de una concentración espontánea que tuvo lugar en muchos lugares de España, en mayo de 2018, a raíz de la vergonzosa sentencia de La Manada de Pamplona. Al escuchar las noticias, entre amigas, nos decíamos «no, no, esto no puede ser… tenemos que salir a la calle». Y, en un par de horas, a través de las redes sociales y entre nosotras, nos dijimos «llamad a la gente, que acudan todos a la Plaza de Santa María». Nos juntamos mucha, mucha gente. Después de las diferentes convocatorias realizadas por el mismo hecho (primero la sentencia, luego que si era abuso o violación y, después, el acoso a la víctima…), sentimos una indignación muy grande. A raíz de aquello, nos sentamos a hablar y ver qué podíamos hacer, porque había que hacer algo. En julio de ese mismo año nos constituimos como asociación sin ánimo de lucro y de carácter feminista.
¿Qué es Almansa Feminista?
Somos un grupo de mujeres de diferentes edades, sensibilidades ideológicas, profesionales y vitales, que trabajamos y luchamos por la plena igualdad de las mujeres en la sociedad. Una asociación política que quiere sensibilizar en torno al feminismo y que promueve actos en relación a ello. Discriminación salarial, «micromachismos» y cualquiera de las formas de violencia machista son temas de los que hablamos y que nos afectan a todas.
¿Qué fin persigue la asociación?
En suma, hacer de Almansa una ciudad feminista. Promover la erradicación de la discriminación que sufren las mujeres y el desarrollo y disfrute de todos sus derechos, así como la igualdad en todos los ámbitos de la vida pública y privada. No queremos más que nadie, queremos la igualdad; los mismos derechos y obligaciones que los demás.
¿De qué mecanismos os valéis para lograrlo?
Por ejemplo, tratamos de detectar y canalizar cualquier tipo de discriminación que sufra la mujer, instando a los poderes públicos para que se aseguren de su protección integral y exigiendo la participación y presencia de las mujeres en todos los ámbitos de la sociedad. Para ello, participamos en los diferentes en los diferentes consejos institucionales celebrados en este sentido.
También realizamos un programa de actividades anual y actos culturales como los cine fórum o talleres y conferencias. Durante nuestra actividad, hemos elaborado, junto con Almansa Entiende, el Protocolo de actuación contra agresiones machistas y lgtbfóbicas en fiestas locales de Almansa.
Solo queda decir que cualquiera que quiera formar parte de nuestra asociación es bienvenido/a y puede contactar con nosotras a través de nuestras redes sociales.
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Un comentario
Enhorabuena al movimiento feminista de Almansa que han sabido compatibilizar un momento tan grave como el que tenemos por la pandemia con su derecho a la manifestación sin poner en ningún momento en riesgo la salud de la gente, dando un ejemplo a otros movimientos de como hacer bien las cosas.
Reitero mi enhorabuena por su buen hacer y que son un ejemplo a seguir por otras manifestaciones como por ejemplo la de los nazis en Madrid los de voz con las del barrio Salamanca nada que ver con el civismo la responsabilidad que se demostró en Almansa