Entrevista a Miguel Lamas, el mejor batería de España.
Fue el primer día del verano de 2023 cuando una potente tormenta regó con fuerza los campos de Almansa. En una nave industrial de la ciudad se reunían decenas de personas esperando inquietos la llegada de un humilde gallego. Todo esto bajo el estruendo incesante del aguacero contra la chapa de la techumbre.
Entre todo este ruido, una batería solitaria se levantaba sobre el escenario. Había muchas luces, un equipo de sonido potente con todo lujo de herramientas y un gran montón de botellas de aceita de oliva del que más tarde harían buen uso en Cáritas.
Al artista lo presentaron con la cercanía y cariño que desprende La Bestia de Almansa, Jose Antonio Muñoz, quien sin perder el optimismo pero también jurando en arameo se lamentaba por no poder acoger a una artista de tal calibre en una situación más adecuada a su nivel. Un Teatro Regio lleno hasta la bandera o una carpa municipal a rebosar de fiesta podrían haber sido localizaciones en las que nuestro protagonista de hoy podría sentirse más habituado, pero lo cierto es que demostró que en su humildad reside su verdadera grandeza.
Cuando Miguel Lamas subió al escenario con su mochila cargada en un solo hombro, lo hizo tras sonreír de tierna alegría al ver la cantidad de aceite que recaudó con su presencia para los más necesitados. «Un puntazo lo de traer aceite eh», dijo al respetable antes de agarrar sus baquetas. Lo que vino después solo lo pudieron disfrutar los presentes. Un torrente imparable de musicalidad. Un batería de otro mundo. El mejor del país para los que entienden de verdad.
Hoy os traemos esta entrevista tan especial. Hoy charlamos con Miguel Ángel Lamas Fernández. De la cosecha del 93, a sus 30 años de edad, con el ADN de súa terra galega y firmando ya una carrera envidiable, es considerado actualmente por los maestros de este instrumento como el mejor batería de España.
Lo primero de todo: cuéntame sobre tus orígenes y primer acercamiento a la música
Empecé a tocar con 4 años, aunque realmente comencé antes. Y es que no recuerdo el momento de no tener unas baquetas en las manos. Me llevaban a las fiestas y siempre acababa subido en la batería. Mis padres me regalaron muchas baterías de juguete. Es gracioso porque una vez, un batería de una orquesta fue muy amable y me regaló unas baquetas de verdad. Con esas baquetas de verdad rompía todas las baterías de juguete y mis padres tenían que comprar una detrás de otra. Así hasta que porfi tuve mi primera batería de verdad, una muda. En esos tiempos también empecé en el conservatorio.
¿Cómo fue tu experiencia en el conservatorio?
Duré muy poco, lo pasaba mal, es que no estudiaba batería que era lo que yo realmente quería. Todo lo que sucedía ahí me horrorizaba, me parecía «la antimúsica», nunca volví ni volveré. Es cierto que al mismo tiempo que iba al conservatorio, también acudía a una escuela de música moderna en la que sí que tocaba batería y mis compañeros compartían gustos conmigo, se aprendía disfrutando y el conservatorio para mí era un suplicio, el solfeo es útil lo reconozco, pero la parte de percusión me horrorizaba de verdad. Hice 4 años y me escapé de ahí. Tenía 12 años cuando comencé a aprender batería en el conservatorio, pero ya venía desde pequeño tocándola. Yo me ponía a tocar, y el profesor me corregía cosas absurdas y que no tenían sentido. Todos esos años que ya llevaba de creatividad y consciencia musical me la estaba arrebatando. Me decía: «No, no no, eso no se toca así. Todo tiene que ser recto, sin dinámica. Si pone fuerte, toca fuerte todo, si pone flojo todo flojo». ¡Anda ya! [Sonríe] ¡Eso no es música ni es nada!
Cuando Miguel Lamas vino a Almansa, de los mejores baterías del mundo. pic.twitter.com/uGZVHowFDt
— Victor Hill (@VictorGil_LTA) August 8, 2023
Si tuvieras que describirte con unas palabras como persona ¿cuáles serían?
Un auténtico desastre [Risas]. Esa es mi mejor definición.
¿Y como batería?
Un desastre que da palos. [Más risas]
Esto último no me lo creo, Miguel.
A ver… Me considero como un amante de la música, del instrumento y que lo único que quiere es divertirse y hacer feliz a la gente en los conciertos.
Paco de Lucía dijo: «Yo toco para la gente que entiende de Flamenco». ¿Para quién toca Miguel Lamas?
Yo toco para mí. Para intentar disfrutar yo. Además es lo más complicado porque no me sirve nada de lo que haga nunca, soy muy perfeccionista conmigo mismo. Es algo peligroso porque te puede destruir, pero al fin y al cabo es bueno porque te motiva y es un afán para seguir creciendo. Primero toco para mí, en segundo, cómo no, para la gente que viene a vernos.
Tu has tocado con una cantidad y calidad de músicos extraordinaria. Comienzo esta lista para el conocimiento de nuestros lectores: Dani Martín, Melendi, David Bustamante, Maldita Nerea, Zahara, Canijo de Jerez, Tomasito, Niño Joselu con Chick Korea, Juancho Marqués, Helvia, Lin Cortés, Pepe Bao, Ofunkillo, Jose de Castro, Raimundo Amador, Amaia Montero, Miriam Rodríguez, Andreas Lutz, Santiago Campillo, Miguel Ríos, Dean Bowman… La pregunta es: ¿Cómo encuentras el equilibrio entre estilos tan diversos?
Esto te lo cuento porque es muy curioso. Mi primer grupo se llamaba «Puxos do Dianho» que en gallego significa algo así como «Terneros del Diablo» en castellano, para que veas. Ahí éramos simplemente amigos que disfrutaban juntos. El siguiente grupo que tuve también, solo nos divertíamos. Al siguiente ya empecé a ganar también algo de dinero. Pero sin darte cuenta, sigues diciendo que sí y sigues tocando con más grupos y al final te encuentras con un Dani Martín o alguno de estos en un estadio lleno de personas.
Sea como sea, yo lo siento igual. Somos personas que nos divertimos con la música. Antes venían nuestros padres y algún amigo al concierto. Ahora son 20.000 personas que no conoces. El sentimiento es el mismo. Disfruto igual en sitios enormes o en garitos pequeños u hoy en esta nave con toda esta gente tan grande.
En cuanto a los estilos, siempre disfruto como te digo, simplemente te adaptas de una forma u otra y ya está.
Por admiración mutua de los dos que estamos charlando. Cuéntame tu relación con Pepe Bao.
Yo he colaborado con O’funkillo en dos discos. Con Pepe Bao toqué ya con 11 año. En ese momento, y ahora también, era el musico que mas idolatraba, para mí era un poco menos que un dios. Lo bonito es que con los años se ha convertido en mi padre musical, le tengo que agradecer muchísimas cosas. Es más, hoy estoy aquí a raíz de Pepe, porque conoce a Muñoz y ya vinimos aquí a tocar hace unos años en la Cabaña del Tío Rock.
Para mi es un sueño, ya que con mi primer grupo ya tocaba «el Campito» o «a Jierro» de Ofunkillo. Yo con este grupo era de fenómeno fan, iba a verlos hasta a las pruebas de sonido. La música consiguió que se juntaran nuestros caminos y ahora somos familia.
En la música. Si el 0 es pureza y el 10 es fusión, ¿tu dónde estarías?
Pufff [Resopla]. En el 11 [Risas]. Es que yo hago de todo, últimamente pop con Pablo Alborán Melendi, Maldita Nerea, Dani Martín, mientras eso también flamenco fusión con Niño Josele con Chick Korea o algo más jazz con Jorge Pardo. Lo más guay para mí es esa fusión del pop con todo lo demás, me entretiene y lo disfruto mucho.
A pesar de ser un hombre fusión, me imagino que tendrás un género favorito.
El jazz fusión al principio era lo que más me ponía. Ahora lo que más me conmueve y llega es la música popular, la musica de raíz. Justo ahora he sacado un disco que se llama 30, por mi 30 cumpleaños. Es un disco basado en musica popular gallega, pero dandole una vuelta con instrumentos modernos.
La Inteligencia Artificial y la tecnología en la música ¿es aliada o enemiga?
[Mira hacia arriba mientras rasca su barbilla y reflexiona]. Buena pregunta. Hoy en día, que estoy trabajando en labores de producción, es verdad que si te paras a estudiar lo que se está componiendo y grabando actualmente tiene mucho que ver con la librería, con cosas ya hechas, loops que han funcionado y que se combinan con cosas nuevas. La tecnología es buena siempre que sume. La música es pura creatividad y en todo esto, la tecnología puede venir muy bien. Eso sí, de momento, no nos va a sustituir una máquina. El corazón que pone el músico es insustituible. Hay herramientas muy útiles con las que se pueden hacer más cosas que convivir.
Muchos te consideran como el mejor batería del país ¿cómo recibes esos comentarios?
Lo agradezco mucho pero no es verdad. Lo primero no hay uno mejor y uno peor. No hay rankings. La música es el arte de compartir y disfrutar. Ahora veo que importa mucho los números en redes sociales, a mi me dan igual por ejemplo, pero son también un aliado muy bueno. Hay un gran compañero y enorme batería megaconocido que es el Estepario Siberiano. Él es muy bueno, muy inteligente, un batería brutal con una creatividad de la hostia, no solo es explosividad es inteligencia. Él entiende muy bien todo ese tema de las redes, de los vídeos que sabe que van a gustar a la gente. Una anécdota: Jorge (Estepario) venía a clinics míos antes de empezar con todo este mundillo, y un día me dijo de hacer un directo de estos de Instagram durante la pandemia cuando estábamos encerrados. Yo le veía ahí y todavía no tenía muchos seguidores, hoy tiene 2 millones y el respeto y admiración de muchísima gente. Además, ahora que hace tantas entrevistas y podcasts famosos le agradezco mucho que me nombre porque cada vez que lo hace me suben los seguidores a tope [risas].
¿Qué le dirías a un niño cuyo sueño es ser un gran batería como tu?
Que se divierta desde el primer momento. Si quieren pisarte o intentan hacer que no te diviertas con la música, mándales al carajo.
¿Cuál es tu momento más feliz con la música?
Son muchos. He tenido la suerte de vivir y cumplir muchos sueños. Lo primero O´funkillo y poder tocar con Pepe. El momento del salto al pop, tocando con gente que veía por la tele. Luego cuando empecé con los clinics y los festivales de batería. Cuando conocí a Dennis Chambers, Dave Weckl, Aaron Spears y te tratan de tú a tú, como un colega. [Mira al techo como intentando asimilar la situación] ¡Pero si yo soy fan absoluto de todos ellos! Ahora me mando memes por Whatsapp con Dennis Chambers. [Risas]
Tu recomendación musical para los lectores y lectoras de La Tinta de Almansa
Pues voy a recomendar una canción sin batería. Os sorprenderá pero escucho mucha música sin batería.
La llave de la Alegría, versión de Judith Neddermann de la canción de Eliseo Parra.
Muchísimas gracias por tu atención, Miguel.
Gracias a ti, Víctor, ha sido todo un placer.
Y con la misma normalidad y buen rollo con el que vestía su camiseta del grupo «Ojete Calor», agarró su mochila sobre uno de sus hombros y subió al escenario a disfrutar y hacer disfrutar.