Bodas en Almansa: una de las tradiciones que caracterizan a nuestra ciudad. Banquetes copiosos, lista de invitados infinita, buena animación y una fiesta memorable son las características de las nupcias almanseñas.
Bodas en Almansa, una tradición muy nuestra
Los que han viajado a otras celebraciones del mismo tipo por otras partes del país sabrán que las bodas almanseñas tienen un toque especial, sobre todo si nos referimos a la cantidad de invitados y la grandeza de la ceremonia. Además, en Almansa hay diversos lugares donde celebrar bodas y dichos salones han hecho su agosto particular con ellas durante muchos años, lo cual confirma la gran tradición que tiene nuestra tierra querida.
También, estas celebraciones se han programado históricamente para financiar el comienzo de la vida conyugal así como el viaje de novios. En palabras de Julia, una almanseña casada en 1960: «Si la comida era buena, en la bandeja se echaban 20 duros o más, si eran bocatas solo se daban 10 duros. En una boda se podían recaudar 8000 duros perfectamente». De esta forma, la institución del matrimonio nos muestra el estado de la economía.
Evolución de las bodas en Almansa
El número de nuevos matrimonios en Almansa continua su increíble descenso año tras año. Para hacernos una idea de la gran caída del número: en 1996 se celebraron 123 nupcias y en el año 2018 solo 66, menos de la mitad. El descenso fue paulatino y salvo extrañas excepciones, con el paso de cada año, las bodas se reducían sin parar. El año en el que más parejas se casaron fue en 2007, un año antes de la gran crisis financiera. Los datos arrojados son producto del Instituto Nacional de Estadística (INE).
¿Por qué la gente no se casa hoy en día?
Es la pregunta que muchos se hacen, el número de matrimonios a nivel nacional ha caído drásticamente. En el año 2000 se casaron 216.000 parejas, mientras que en 2018 el número cayó a 160.000. La proyección para 2020 no era buena mucho antes de la crisis de la COVID-19.
Pero, ¿por qué la gente no se quiere casar? La primera razón despejará dudas: porque no tienen dinero. La situación económica de la mayoría de los jóvenes en nuestro país les lleva a posponer su unión indefinidamente y, aunque estar casado conlleva algunos beneficios fiscales, nadie que no cuente con una solución habitacional o no pueda permitirse formar una familia estará dispuesto a casarse.
La cuestión económica se corrobora con los datos del paro en Almansa: en 2013 se consiguió el punto más bajo de nuevos matrimonios en Almansa con 56 bodas. Además, ese mismo año, se alcanzó el paro máximo histórico en Almansa con un 31,56% de desempleo.
Es simple: Cuando hay dinero, la gente se casa. Cuando no hay dinero, la gente no se casa. Así pues, el número de nuevos matrimonios es un genial termómetro para calibrar la salud de la economía.
Las demás razones por las que los jóvenes no se casan radican en argumentos puramente sociales y culturales que explicamos a continuación.
¿Por qué la gente se casa por la iglesia?
En el siglo pasado, hasta los años setenta más o menos, las parejas formalizaban su relación y se casaban porque esto les permitía mantener relaciones sexuales lícitas a los ojos de dios y la iglesia. Con la llegada de la democracia y el laicismo, estas razones perdieron su peso y las parejas comenzaron a casarse cuando los hijos llegaban al mundo.
El paso del tiempo ha provocado que los matrimonios formalizados por la iglesia católica no superen el 20% del general en 2018. La gente se casa en Las Vegas porque los tiempos cambian y con ellos, las costumbres.
El individualismo rechaza el compromiso
Una de las principales características del «posmodernismo» es la exaltación del individuo por encima del grupo. Vivimos en una sociedad donde premia el bienestar personal por encima del bienestar de nuestros cercanos.
De ahí que surjan nuevos conceptos amorosos de difícil comprensión y explicación como pueden ser el poliamor (mantener varias relaciones afectivo-sexuales al mismo tiempo) o «vivir juntos pero separados» (Living apart together). Conceptos muy relacionados con la economía.
Según Noam Chomsky, los jóvenes de hoy en día han sido educados subjetivamente en «amar el dinero por encima de la felicidad». Esto incluye las relaciones sociales como condición sine qua non, y prefieren tener libertad económica y laboral antes que forjar fuertes relaciones emocionales con otras personas.
Un comentario
Muy buena información que he compartido en mi Facebook, ya que como comercio especializado, abierto en 1990 hemos vivido todo ese proceso