Cristian Ibáñez, número uno de Izquierda Unida en Almansa, arrancó la rueda de prensa de ayer dando explicaciones y aclarando cuáles han sido los motivos por los que ha «estado desaparecido» desde finales de noviembre. «Fui positivo en COVID», explicó. «He estado aislado en mi casa, con síntomas varios pero sin correr peligro. He tenido la suerte de que mi salud no se ha visto muy dañada y aunque aún sigo con secuelas, son las mismas que las de todo el mundo».

Defendió que su visión sobre la adopción de las medidas extraordinarias de Nivel 3 en Almansa y la situación del COVID-19 en España, una vez superada la enfermedad, «no hubiera cambiado mucho». Pasarla «me ha hecho reafirmarme en lo que hubiera dicho hoy. Pedimos seriedad y responsabilidad a los políticos y políticas. No se pueden dar mensajes que no corresponden. Aún no hemos aprendido que, en mitad de una pandemia, no es el momento de atacar a otros gobiernos, sean del color que sean», manifestó.

Además, Ibáñez consideró «una irresponsabilidad enfrentar al gobierno regional o estatal con la hostelería o con cualquier otro servicio». El edil quiso mandar «un mensaje claro» y advirtió: «Aunque, en su mayoría, la gente ha respetado las normas, hemos demostrado que no somos muy disciplinados como sociedad. Hemos demostrado que esto nos viene grande y el no estar preparados ha hecho que los gobiernos no puedan ser valientes al tomar medidas necesarias, como sí se han tomado en otros países». El concejal explicó que «China no es el ejemplo de muchas cosas, pero en tres meses se consiguió parar el virus, se paró un país y una economía y vuelta a empezar. A veces, lo que conocemos como un mundo democrático y avanzando, hay que ponerlo en duda».

Así mismo, Ibáñez quiso «lanzar un mensaje de apoyo a los sectores que no se nombran. Hay otros comercios que sufren igual o más que la hostelería, pero parece que en este país solo nos importa la hostelería. Evidentemente, los hosteleros y hosteleras no tienen culpa de nada, de que el virus se transmita más o menos». En su opinión, «la culpable es la situación y es la gente. No se puede hablar -por aquello que decía sobre cuidar el lenguaje de los políticos- de que la hostelería es un lugar seguro, porque no es un lugar seguro, como no lo es una tienda o tu propia casa. Lo que hay son elementos que multiplican la seguridad, como son las mascarillas, desinfección de manos, espacios y objetos. En el momento en el que estamos en un espacio cerrado sin mascarilla, la seguridad se acaba».

El número uno del partido se adelantó a las «críticas» y expresó: «Tengo la suerte de ser libre, de tener mi trabajo y de no depender de mi sillón». Y añadió que «como ciudadano, estoy un poco harto de que no se priorice lo que se tiene que priorizar. Lo que nos gustaría -el Gobierno está haciéndolo pero se debería hacer más- es que se garantizara a todos los trabajadores, empresarios o autónomos, un ingreso mínimo para vivir dignamente durante este tiempo y punto. Sea hostelero, comerciante o actor. Pedimos más responsabilidad porque los excesos del puente de diciembre se están sufriendo y luego se van a sufrir sufrirán los de Navidades porque somos muy irresponsables en las reuniones familiares en los hogares».

Ibáñez concluyó con una crítica política: «A todos aquellos que opinan que sus supuestas libertades individuales son lo más importante les queremos decir, sin pelos en la lengua, muy por encima está la Salud Pública y el bien común. En el ámbito local, el Ayuntamiento sigue sin hacer prácticamente nada con respecto a la pandemia. Los presupuestos 2020 no han ido más allá de anular la tasa de veladores y terrazas a los hosteleros y aumentar las partidas económicas para fomentar el consumo local. Fuera de eso, que está muy bien, no ha habido más medidas».

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