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26/04/2024

El periódico digital de Almansa

Condenado por violencia machista: «Trato a las mujeres como los nazis a los judíos»

Cumplirá 7 años de prisión por maltratar a su pareja, con la que convivía en Casas-Ibáñez (Albacete)
Condenado por violencia machista en Casas-Ibáñez | Pixabay

29 de junio de 2020. Se dicta sentencia por malos tratos contra la ex-pareja sentimental de Estela (nombre ficticio). Esta vecina de Casas-Ibáñez sufrió maltratos físicos y psíquicos habituales por parte de Narciso (nombre ficticio), ya condenado. El varón, de 34 años, nacionalidad española y sin antecedentes penales, venía manteniendo «una atmósfera de violencia machista, temor, control, menosprecio y humillación, desde el inicio de la relación», según los hechos probados reflejados en la sentencia de la Audiencia Provincial de Albacete consultada por La Tinta de Almansa.

Narciso se reveló como «una persona agresiva, celosa y controladora» una vez juntos. Las disputas eran constantes y el acusado propinaba golpes a su pareja sentimental de forma habitual, «con intención de causar un menoscabo en su integridad física», según los magistrados. Sin embargo, Estela no formuló denuncias, ni acudió a un centro médico u hospitalario, dada la «dependencia emocional que tenía respecto al acusado y el miedo que le producía el mismo», explican.

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Se dirigía a ella como una «zorra» y una «garrapata»

Los maltratos se producían «prácticamente cada dos o tres días». Además de propinarle patadas, puñetazos, estirones del pelo y bofetadas, también eran frecuentes los insultos y las vejaciones. Narciso mantenía un  comportamiento despreciativo hacía Estela, a quien se dirigía habitualmente y de forma cotidiana con palabras y expresiones tales como «zorra de mierda», «puta» o «garrapata».

Trataba, además, de «justificar y excusar su comportamiento agresivo al culpabilizar a Estela de las agresiones que él mismo le propinaba». En este sentido, Narciso exponía que los motivos por los que le agredía eran porque ella «le ponía nervioso, que él quería estar bien con ella, pero ésta lo ponía nervioso, se rayaba, y por eso le pegaba». En otras ocasiones las palizas se sucedían o porque le habían dicho en el pueblo que era una «zorra».

Otra frase que Narciso acostumbraba a dedicar a su compañera sentimental era la siguiente: «Soy como mi hermano, trato a las mujeres como los nazis a los judíos, y a ti te voy a tratar así, que es lo que mereces». Asimismo, cuando Estela se encontraba en el cuarto de aseo poniéndose crema en los hematomas que él le había originado, el acusado le reprochaba que era «una teatrera, una mentirosa y que no era para tanto».

La madrugada en que Estela despertó

Narciso regresó a su domicilio, en Casas-Ibáñez, sobre las 22:30 horas del día 15 de abril de 2019. Se molestó porque Estela estuviera hablando con su madre por teléfono y le amenazó: «¿Qué pasa, que has quedado con la puta de tu madre? Son unos hijos de puta, el otro día pensé en ir a La Recueja [Albacete] y atropellarlos». Después, cerró por dentro la puerta de la vivienda y escondió las llaves de la misma. Ella se retiró a la cama, si bien el acusado se metió con ella en la misma cama y comenzó a darle codazos, al tiempo que le insultaba.

Ante esta situación, Estela se levantó y se dirigió a otro dormitorio, pero Narciso fue tras ella. La golpeó, le propinó varios puñetazos y patadas por todo el cuerpo, la arrastró por el suelo e, incluso, llegó a arrancarle varios mechones de pelo. Cuando la tenía tumbada en el suelo y estando el acusado posicionado encima de ella, éste le presionó con el mango de un martillo contra el cuello y le dobló un brazo y una pierna al tiempo que le advertía: «Si me sale de los cojones, te la rompo».

A lo largo de esa madrugada Estela solicitó, rogó y suplicó al acusado que le permitiera salir de la vivienda, pero él no se lo permitió. Tampoco que usara el teléfono para efectuar una llamada. No obstante, sobre las 5:00 horas del 16 de abril, la víctima consiguió hacer uso de un terminal de telefonía móvil de su propiedad, marca Alcatel, para efectuar una llamada de auxilio al 112. Narciso , al percatarse de tal circunstancia, arrebató a ésta su teléfono móvil y lo golpeó y le echó agua, inutilizándolo.

Instantes después se personaron hasta dos dotaciones de la Guardia Civil en el inmueble, cuyos componentes solicitaron insistentemente a Narciso que abriera la puerta del domicilio, quien no sólo no accedió a tal petición, sino que en ese momento propinaba empujones a Estela. Al mismo tiempo, le compelía a que manifestara a los agentes «que se fueran, que no pasaba nada». Finalmente, los efectivos forzaron la puerta y accedieron al domicilio.

A consecuencia de estos hechos, Estela sufrió varias policontusiones en cara, cuello, tórax, abdomen y extremidades, así como una fractura en la octava costilla izquierda. Narciso fue condenado a múltiples delitos. Se enfrenta a 5 años y 6 meses por detención ilegal y 1 año y 10 meses por maltrato físico y psíquico habitual en el ámbito familiar. La Justicia le interpuso, asimismo, una orden de alejamiento de 15 años.

A la primera señal, llama al 016

La violencia de género es una lacra que aún persiste en la sociedad. Denunciar es lo más importante para lograr protección. El Ministerio de Igualdad ofrece información y asesoramiento jurídico a las víctimas a través del número telefónico de marcación abreviada 016.

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