La Gran Riada de Almansa podría repetirse | Han pasado casi 70 años de la gran riada de Almansa, un desastre natural que dejó 9 muertos, incontables destrozos materiales y también la pérdida de innumerables animales domésticos. A pesar de la conmoción que supuso aquel dramático 4 de septiembre de 1955, la rambla de las Hoyuelas sigue presentando un peligro notable para la ciudad. Existen ciertas edificaciones y derivaciones de aguas que pueden provocar una nueva riada desastrosa en cualquier gota fría, según denuncian a este periódico ecologistas locales mediante diferentes estudios y documentación.
Un peligro documentado
Las siguientes afirmaciones son respaldadas por diferentes trabajos y estudios cartográficos, algunos de ellos presentados por la Asociación Torre Grande en Jornadas de Estudios Locales o también corroborados por la academia universitaria en trabajos final de grado.
Para ponernos más en contexto debemos conocer que la rambla de las Hoyuelas al paso por Almansa está catalogada como una de las cinco más peligrosas dentro de toda la Confederación del Júcar, por su notable riesgo para la población civil en caso de crecida repentina.
Un pilar que causó todo
La gran riada de 1955 en Almansa tuvo un culpable que todavía sigue en pie: el pilar del puente ferroviario que cruza la vía por encima de la rambla (véase la siguiente foto). Durante la tarde de ese fatídico día de feria, una tormenta de gran fuerza, pero no por ello menos habitual en estas fechas de gota fría, comenzó a amontonar bajo este puente múltiples cuerpos naturales fruto del arrastre de la rambla y gracias a la obstrucción del pilar. La presa creada en pocos minutos terminó por desbordar la rambla, que recordemos pasa por esta zona del camino de San José (que no tiene ningún tipo de protección ante crecidas) y Puente de Carlos IV en su tramo más estrecho.
El agua desbordó las vías y bajó con una brutal fuerza por la calle de la Industria, partiendo por la mitad una fábrica de calzado y arrasando con las viviendas que había en la calle Alicante, bajando por Buen Suceso hasta Rambla de la Mancha hasta morir en Las Huertas. El desastre natural más grave de la historia reciente de Almansa se saldó con la pérdida de 9 vidas humanas, casas y negocios totalmente arrasados así como un innumerable número de animales domésticos y ganado muerto.
El pilar ahora es más grande
La situación actual es a todas luces un riesgo de alta gravedad para la ciudad. El puente ya no tiene solo una vía como hacía medio siglo, ahora tiene más paso de trenes con 3 o 4 vías, aumentando su anchura (y también la del pilar) desde los 7 metros de antes a los 25 metros de longitud de ahora. Por lo que, ante la generación de una posible presa fruto del arrastre de la rambla, el «embolsamiento» del agua sería mayor, provocando más fuerza en la más que probable riada. Esto afectaría sin duda a las zonas de puente de Carlos IV, más adelante en el acceso a la carretera de Ayora e incluso en los casos más extremos al acceso al Hospital, denuncian a este periódico ecologistas locales. Por supuesto, el camino de San José, totalmente cortado por la mitad como es habitual al pasar por una zona inundable al 100%.
La Conferencia Hidrográfica del Júcar no realiza la limpieza de este puente por debajo, se encarga ADIF, mediante adjudicación, a pesar de ser uno de los tramos más estrechos de una de las ramblas más peligrosas para la propia Conferencia. Las fuentes consultadas por este diario consideran que el Ministerio de Transportes debería actuar y hacer desaparecer ese pilar, para ello desde las administración se debería elevar la petición. Ecologistas locales denuncian esta situación desde hace más de 15 años.
Una temeridad
Al hecho de la presencia del peligroso puente y su enorme pilar se suman las obras de consolidación que comenzaron hace unos cuantos días. La rambla está ahora (septiembre 2024) llena de enormes rocas y otros materiales que ante una riada supondrían material óptimo para la generación de presa e incluso podrían convertirse en proyectiles que con la fuerza del agua dañarían la estructura del puente de Carlos IV o más abajo la propia autovía.
Conociendo que los inicios de septiembre suponen un riesgo alto de gota fría y más en Almansa con su historial de desastres provocados por las tormentas de final de verano, resulta difícil comprender cómo se han iniciado estos trabajos de obras, mantenimiento y consolidación de la Rambla a su paso por el puente del tren justo ahora, en estas fechas tan peligrosas. Una temeridad que podría tener graves consecuencias para toda la ciudad.
Una rambla que suma problemas
Uno de los problemas adicionales a la mala situación actual de la rambla en este tramo es la confluencia de la corriente de aguas fluviales que se derivaron desde las fases 3 y 4 del Polígono Industrial, las cuales hacen subir el agua hasta dejar obstruido el camino de San José en muchas ocasiones. Además, la rambla está perdiendo tierra en sus laterales con el paso del tiempo, dejando en situación de claro riesgo para la integridad estructural de edificios como el parque de Bomberos SEPEI o más adelante el Centro de Innovación Empresarial (antiguo centro tecnológico) por su estrecha cercanía.
A todo ello se suma el riesgo para las personas, sobre todo para los más pequeños: y es que esta zona no está vallada. Con la creciente vida social en edificios como el vivero de empresas o centro tecnológico, también aumenta el riesgo de que niños o niñas jugando en sus alrededores puedan caer sin ni siquiera darse cuenta por un precipicio de más de 20 metros en la rambla, por lo que también se presenta como necesario actuar en esta zona en materia de seguridad, vallado o señalización. De todo ello se han presentado escritos por registro de entrada en el Ayuntamiento. Ninguna administración, ni la local anterior o actual, ni regional o nacional han tomado cartas en el asunto todavía.
El riesgo es real y cercano, este mismo 3 de septiembre: varios rescatados en diferentes pueblos de Albacete a causa de tormentas de gota fría a final de verano. Sin ir más lejos, este verano en Almansa: un tren descarrilado (también fruto de una presunta mala edificación y diseño por parte de ADIF) y rescate de personas en su coche.
Actualización
Tras las lluvias torrenciales provocadas por la DANA del 29 de octubre con fatídicas consecuencias en Valencia y Letur, Almansa (dónde no cayó con tanta fuerza) presenta la siguiente imagen en al problemática localización de la rambla y su estrechamiento. Las obras siguen avanzando.
Si te interesa este tema, aquí tienes un reportaje especial.
Así fue la gran riada de Almansa de 1955: un día oscuro para la historia de la ciudad