Miguel Ángel Sevilla
(Bonete, 1997) se mudó a Almansa «con cuatro añitos». Tras pasar por el colegio Episcopal y el IES Escultor José Luis Sánchez, el año pasado se graduó en Derecho por la Universidad de Castilla-La Mancha, en la facultad de Albacete, y ganó el Premio Extraordinario de Fin de Grado. Ahora tiene 22 años y ha sido distinguido como el mejor graduado en Derecho de España, según la Sociedad Española de Excelencia Académica (SEDEA).
Hace unos días, SEDEA publicó la resolución definitiva del Ranking Nacional de Mejores Graduados del Curso 2019. Entre este selecto listado se encuentra el bonetero -aunque almanseño de corazón-, que ahora ejerce como profesor de Derecho Constitucional e investigador en la misma facultad en la que se formó. La clasificación reconoce a los mejores graduados de España de cada disciplina académica, tras una exhaustiva evaluación de los perfiles de los candidatos.
El análisis lo lleva a cabo un comité formado por cerca de una treintena de Catedráticos de distintas universidades del país. Además del expediente académico y la nota ponderada de estos brillantes alumnos (se pide más de un 8 de media) también se tienen en cuenta aspectos como el conocimiento de idiomas, publicaciones, participación en congresos y premios, entre otros criterios. Sevilla, además de alzarse con la primera posición en su categoría, ocupa el cuarto puesto a nivel nacional respecto al resto de especialidades con un 8,91 de nota final en su disciplina y un 18,66 de calificación total en el ránking.
Su currículum le avala. Cuenta con un Máster en Derecho Constitucional por el Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, dependiente del Ministerio de la Presidencia del Gobierno de España y, en la actualidad, realiza su tesis doctoral sobre las Relaciones de Coordinación en las Integraciones Económicas Supraestatales. Así mismo, colabora en La Tinta de Almansa.
«Es un poco surrealista», confiesa, al ser preguntado por cómo se siente. «Escogen a 60 graduados en Derecho de todo el país, y no tenía muchas expectativas. Sinceramente, pensaba que no iba a ir a ningún sitio; que ni siquiera iba a ir en la lista», reconoce con humildad. Pero ha salido, y el primero, nada menos. ¿Por qué? «Bueno, creo que tenía que ser alguien y me ha tocado a mí. Los puntos por los que se regía la selección se adecúan a mi currículum. Al obtener varias becas en Derecho Constitucional [como es el caso], pude disfrutar 4 años en un departamento y eso me permitió obtener méritos».
Pero no se cree «el mejor». Según él, se han dado «un cúmulo de circunstancias» que le han «favorecido». Y asegura: «Si haces esto con otros parámetros te van a salir 300 personas mejores que yo. Ganar es una oportunidad porque te abre puertas y haces contactos, pero no creo que haya nadie mejor que nadie», señala.
Una apuesta por la educación pública y regional
Este pensamiento le llevó, precisamente, a estudiar en la universidad pública de su provincia. «La educación pública te iguala con la gente y el contraste que encuentras es muy rico. No suple las diferencias, pero te equipara en cierto sentido. Parece que si eres de Albacete tienes que irte a Madrid a estudiar en la ICADE (facultad de Derecho de la Universidad Pontificia Comillas) o a Deusto para ser alguien. Pero no es necesario estudiar fuera. No pasa nada si apuestas por la universidad de tu tierra, porque aquí tenemos una formación muy buena», reflexiona, sobre la igualdad de oportunidades en materia de educación.
Sevilla apuesta por su tierra y ya expresó en La Tinta de Almansa que una de las cosas que más lamenta es la fuga de talentos que abandonan nuestro país por necesidad. Pero advierte: «Hay que combatir el “si quieres, puedes”, porque por mucho que quieras a veces las circunstancias no te lo permiten. Mis padres y mi hermano trabajan en la fábrica muchas horas diarias y yo he podido estudiar una carrera».
Lo más sorprendente es que no siempre tuvo claro que quería estudiar Derecho. En su día realizó sus pinitos en el periodismo y la producción audiovisual. Incluso escribió un guion y realizó un cortometraje. Sin embargo, se decantó por esta carrera por su «interdisciplinariedad: tocas Política, Economía, tiene bases filosóficas… me gustó y descubrí que el Derecho Constitucional era lo que le daba sentido al resto». Por lo pronto, Miguel Ángel Sevilla desarrollará su carrera profesional como docente e investigador en Albacete. Pero no descarta cambiar de empleo: «Me gustan muchas cosas y me cuesta centrarme a largo plazo. Resulta difícil imaginarme desempeñando un trabajo más de dos o tres años». Lo que está claro es que le depara un futuro brillante.
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