Con la muerte de Franco, llegó la época de la transición, años en los que se intentó remendar con una política de gestos la etapa más oscura del siglo XX para España. A partir de ahí, en Almansa se hace un gran trabajo al quitar los nombres de dirigentes fascistas de las placas que titulan las calles de la ciudad. Los principales cambios del callejero en Almansa giran entorno a los nombres de militares franquistas.
Adiós al franquismo, hola a la democracia
Primero, empezando por el cambio más significativo, la antigua “Plaza del Caudillo” pasó a llamarse “Plaza de la Constitución”. En consecuencia, se declara el comienzo de una época que deja atrás tanto la dictadura franquista como la etapa republicana. Este cruce de calles recuperó el nombre que lucía antes del 1931.
Los grandes referentes del franquismo, afortunadamente, también pierden sus calles. Primo de Rivera, líder de la falange, pasa a ser la calle Mendizábal, hombre fuerte de la revolución liberal española. Igualmente, la calle José Calvo Sotelo se convierte en la calle Corredera, recuperando así su título de antes de la II República. En total, se borran los nombres de diez importantes generales fascistas. Entre ellos se encuentran Sanjurjo, Moscardó, Yagüe, Mola o Queipo de Llano, apellidos manchados de sangre y con miles de muertos a sus espaldas.
Las calles presididas por generales franquistas ahora son avenidas dedicadas a poetas, políticos, artistas y símbolos manchegos.
A continuación, os mostramos, a golpe de vista, cuáles fueron los cambios en los nombres de las calles tras la dictadura y con el inicio de la democracia.
Cambios más importantes del callejero en Almansa
Durante la dictadura |
Durante la democracia |
Calle del Campo |
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Paseo de la Libertad |
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Buen Suceso |
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Los Reyes |
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Rambla de La Mancha |
No hubo cambios del callejero en Almansa en aquellas avenidas que hacían referencia al cristianismo católico. Esto es debido a la larga tradición católica arraigada en España. De esta forma, los líderes fascistas perdieron sus calles, pero los santos y episodios bíblicos siguen dando nombre a nuestro callejero hasta nuestros tiempos. Sin embargo, la república no quiso mantener estos nombres. Por ejemplo, la plaza de San Agustín era la plaza del Progreso, la plaza Santa María era la plaza de Mariana Pineda (histórica líder liberal contra el absolutismo y la jerarquía de clases). Ejemplos de estos casos son la calle Calvario, San Juan, San Antonio, San Francisco, Virgen de Belén, Reyes Católicos…
Los nombres de las calles de Almansa hablan de nuestra sociedad
Mirando los cambios del callejero en Almansa surgen varias conclusiones. En primer lugar, las mujeres siguen brillando por su ausencia. Como resultado de la tradición católica, la gran mayoría de las que tienen el honor de nombrar a nuestras calles son santas y beatas. En segundo lugar: nuestro callejero es el perfecto reflejo de lo que es la democracia del 1978, una extraña mezcla de progresismo y neoliberalismo revuelta con la esencia viva de la fe católica.
Por supuesto, la etapa del PSOE dejó su marca con lugares como la Plaza Salvador Allende, quien fue presidente de Chile derrocado y asesinado por un golpe de estado de Estados Unidos. Recientemente, el gobierno del PP también ha querido rendir honor a Miguel Ángel Blanco, concejal popular asesinado vilmente por los terroristas de ETA, bautizando un parque con su nombre. Por lo tanto, la historia de nuestro país puede conocerse con un simple vistazo a las calles de la ciudad.
Por último, decir que este artículo se fundamenta en el libro “Almansa 1930 – 1939” de Ediciones Almansa y trabajado en su totalidad por la Universidad Popular de Almansa. Autoría de Andrés Candel, José Cantos, Juan Luis García del Rey, Fernando Micó, Rafael Piqueras y María José Sanchez Uribelarrea.