14/10/2024

El periódico digital de Almansa

La tradición del cencerro en Almansa y su historia ligada a la ganadería

La cercanía de la localidad a las cañadas pastoriles favoreció el desarrollo de esta industria, contando con talleres profesionalizados de cencerreros a partir del siglo XVIII
Cencerrero trabajando el metal de un cencerro

La localidad de Almansa es bien conocida por la industria del calzado, siendo una de las más destacadas en toda Castilla-La Mancha dentro del sector. Sin embargo, antaño la artesanía de la localidad también gozó de buen nombre en la fabricación de cencerros. El objeto ha caído en desuso con el paso del tiempo, aunque la tradición del cencerro en Almansa, su historia ligada a la ganadería, y el trabajo cuidadoso de sus metales fueron muy valorados en un pasado no tan lejano. Cencerrero “voltando” el metal de un cencerro | Foto Agustín Tomás.

Usos del cencerro ligados a la ganadería

La base de un cencerro se compone de láminas de hierro, siendo el resto de materiales sobras de otros oficios como limaduras de latón, virutas, paja, arcilla o madera quemada. Durante su fabricación, son necesarios utensilios como cizallas para cortar el metal y matillos para darle forma una vez templado. Además, se requería de tenazas para manipularlo, un horno para todo lo relacionado con la fundición y siempre quedaban marcados con la firma del artesano. En épocas más recientes se incluyeron máquinas soldadoras y pulidoras para facilitar las tareas.

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Etapas en la fabricación de un cencerro. Foto Agustín TomásFases de la fabricación de un cencerro | Foto Agustín Tomás.

El uso de este utensilio y su fabricación ya se recogerían en en torno a los siglos VIII y IX, aunque no existiera una tradición relacionada con su fabricación. En esa época, su uso estaba orientado a la guerra y al aviso de los batallones a través de su sonido. Sin embargo, el paso de los años cambiaría la forma de emplearlos, ya que el desarrollo de la ganadería definiría las zonas en las que se asentó. Y es que los puntos de España en los que proliferarían los cencerros serían aquellos vinculados al movimiento de los rebaños. La trashumancia, pastoreo a través de España en busca de pastos según las distintas épocas del año sería clave para impulsar esta industria.

Almansa se ubica en torno a una de las cuatro cañadas reales, principales caminos para el movimiento del ganado por la península. En torno a todas ellas existió artesanía ligada a los metales en la antigüedad, y en localidades cercanas se ha mantenido tradición cencerrera casi hasta nuestros días. Algunas de las principales serán Santurde de Rioja, Aranda de Duero en Burgos, Mora de Toledo, o Ciudad Rodrigo y Sequeros, estas dos últimas en Salamanca.

La tradición de la industria del cencerro en Almansa

Otra razón para pensar que a partir del año 1500 el uso del cencerro era bastante común es la importancia de la actividad ganadera y la existencia de importantes multas sobre el ganado. Hablamos de sanciones a la presencia de animales en cultivos o plantaciones agrícolas ajenas. El sector de la agricultura habría estado siempre más protegido que la ganadería en el pasado. Esto se traducía en la existencia de ordenanzas en la villa de Almansa otorgadas por el Gobernador Miguel de Luxán, y de las cuales se hace eco el docente e investigador Miguel Juan Pereda.

El ganado extraviado que ocasionara daño en los cultivos se expondría a importantes multas. Para evitar esto, los dueños de los animales optarían por equiparles con cencerros, que permitieran conocer su posición a partir del repiqueteo del objeto.

Oveja con cencerroUtilización del cencerro en la ganadería | Foto Cecilio Sánchez.

La actividad se profesionalizaría a partir del siglo XVIII en Almansa, dando lugar a talleres de campanilleros, como se les conocía antiguamente. En textos de ese siglo y del posterior se recoge la existencia de seis talleres en la localidad. Además, el nombre Cencerreros en una de las calles serviría de honor para los artesanos, permaneciendo hasta la actualidad. Al respecto de esto, no se tiene constancia de que en dicha vía existiera ningún taller, aunque si que los hubo en las colindantes Aniceto Coloma (dos, cuando se llamaba Calle San Sebastián) y otro en la Calle Calvario.

La historia zapatera y cencerrera de Almansa

Avanzados los siglos y caídas en desuso de forma notable trashumancia y pastoreo, el empleo de los cencerros recae más en el aspecto artístico que en el funcional. Su sonido ya no avisa, en la mayoría de casos, de la posición de los animales. Ahora, si tintinea, lo hace incluido en la vestimenta típica de fiestas populares de variedad de sitios. Son vestigios de una tradición pasada pero que no quiere olvidarse, como también lo son las «cencerradas» propias de las noches de bodas. Casi desaparecidas en provincia de Albacete, en estas últimas familiares y amigos se congregaban en torno a la casa de los novios para armar escándalo, al estilo de las rondas que sí siguen viéndose en Almansa.

La industria se mecanizó, y los materiales que se emplean y los usos que se hacen de cada herramienta se modernizaron, perdiéndose los procesos más tradicionales. No obstante, lo que no debe perderse es la memoria del pasado y de la actividad tradicional de la gente. Almansa es referente actual en la fabricación de calzado, pero antes fue «cencerrera», con una tradición en torno al cencerro ligada a la actividad de la ganadería. Recordar el trabajo tradicional es honrar el esfuerzo de los hombres y mujeres que vivieron de la fabricación del cencerro en nuestra localidad.

Información extraída de «Almansa: Fabricación, usos y costumbres en torno al cencerro», de Agustín Tomas Ferrer-Sanjuan y editado por la asociación «Torre Grande».

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